Comprende cómo funciona la logística de última milla
La cadena logística de una empresa puede ser bastante compleja. Imagina un negocio que vende productos hechos en otra región o país, o que necesita materias primas de una localidad lejana. Es necesario contar con una buena estrategia logística para que estos productos lleguen a su destino puntualmente y con seguridad.
La primera parte de este proceso es la más larga: El trayecto inicial -realizado en aviones, barcos o camiones- desde las fábricas hasta los puertos, aeropuertos y centros de distribución. El segundo es más pequeño, pero aún más importante: el transporte de los productos hasta las manos del cliente, en un proceso conocido como “última milla”.
A pesar de ser una ruta más corta, la última milla es responsable del 53% de los costos de la cadena logística, según una encuesta de Business Intelligence y es fundamental tener en cuenta estos costos.
Pero, ¿por qué los costos de última milla son tan altos? Esto se debe a que los consumidores quieren que sus entregas se realicen rápidamente. Además, exigen transparencia, es decir, quieren saber exactamente dónde está su producto en todo momento.
Otro factor crucial es que las entregas de última milla son un servicio más complejo. Los profesionales de la industria hacen mucho más que transportar cosas de un lugar a otro. También tratan con personas y necesitan atenderlas con la excelencia que se merecen.
Para mantener el estándar de servicio de última milla en la cima, existen empresas que crean sus propias flotas de vehículos. El problema de elegir esta vía, es que los costos son muy elevados e incluso pueden poner en riesgo la subsistencia del negocio como conjunto.
Es necesario buscar el equilibrio entre ofrecer un servicio de última milla de calidad y mantener con buena salud las finanzas de la empresa. La buena noticia es que hay una manera de hacerlo: ¡dejando que otras empresas se encarguen de tu estrategia de última milla!
La flexibilidad es uno de los principales beneficios de externalizar este servicio. La demanda comercial puede variar, con períodos con más entregas y otros más tranquilos. Al implementar tu estrategia de última milla, no tienes que preocuparte por la cantidad de vehículos disponibles o contratar a más personas.
Si eliges un servicio de última milla de esta forma, por ejemplo Lalamove, se encargará de todos los vehículos y repartidores que necesites. Y lo mejor: solo pagas por lo que usas, sin cuotas mensuales ni pagos adicionales.
La rapidez en conseguir un repartidor a través de la app también influye positivamente en la imagen que los clientes tendrán de tu empresa. Las entregas serán más rápidas que las de un servicio de correos y otros transportistas y, por supuesto, los clientes podrán seguirlos en tiempo real.
Lalamove, además, ofrece soporte especialmente diseñado para empresas. Contamos con un gestor de cuentas dedicado a atender tus demandas y un equipo de atención al cliente, LalaHelp, altamente preparado para ayudarte en caso de necesidad.
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